Estos días en varios medios he leído la noticia de que la provincia de Ávila ha aumentado en 2007 el consumo de biodiésel respecto al año anterior en un 60%. Visto así es todo un éxito. Ahora bien, el consumo de biodiésel supone el 0,21% del total de diésel, esto ya no es para estar muy contento, y desde luego la cifra de una pequeña provincia no es extrapolable al país.
Respecto al biodiésel ha habido una serie de fases muy interesantes en los últimos dos años, al menos tal y como yo los he percibido. Primero se dijo que el biodiésel era lo mejor para que los coches dejaran de contaminar, o al menos para que contaminaran menos: reducción de emisiones netas de CO2 y por tanto freno al cambio climático supuestamente asociado.
En esta primera fase el consumidor apenas dispone de biodiésel y pocos se atreven a utilizarlo por temor a dañar su motor. Los fabricantes de coches no dicen nada salvo que se les pregunte directamente, pero obvian la existencia del biocombustible.
Una segunda fase en la que el uso de biodiésel anula la garantía de los motores de los coches, y de forma explícita las marcas se eximen de responsabilidad por su utilización. ¿El biodiésel no tiene futuro entonces? ¿Por qué los fabricantes no entran a competir por conseguir atraer al consumidor que pueda utilizar el biodiésel como hacen ahora con la reducción de emisiones contaminantes?
Poco después el biodiésel es puesto en entredicho desde el punto de vista ecológico porque no supone una reducción de emisiones de CO2 por la energía que se gasta en su producción. Como esta corriente parece no calar rápidamente, la postura anti biodiésel es reforzada por las teorías de que son los causantes del aumento de los precios de los alimentos de forma generalizada.
A continuación el tema de los precios va quedando poco a poco claro que no tiene nada que ver, salvo excepciones, con los biocombustibles.
Durante todo el tiempo, y más en el último año, surgen multitud de técnicas en ensayo para fabricar biodiésel de materias primas alternativas que garanticen la reducción de emisiones (algunos se inventan entonces lo de segunda generación).
Las fábricas de biodiésel españolas se paralizan por cuestiones económicas, es más rentable importarlo y no hay cultivos energéticos dispuestos a vender su producción a esta industria.¿La industris del biodiésel en crisis?
Ahora el precio del diésel convencional supera al precio de la gasolina, ¿significará esto una reacctivación de la producción de biodiésel? ¿A partir de qué materias primas se hará? Si los agricultores no están por la labor, quedan las materias primas alternativas, pero las diversas tecnologías aún están por desarrollar un poco, ¿se pueden adaptar a una producción industrial?
sábado, 12 de abril de 2008
Biodiesel, ¿aumenta el consumo?
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